El Cartagena ya es una sociedad anónima deportiva reconocida ante el Consejo Superior de Deportes. Paco Gómez ha depositado el capital inicial. 7,7 millones de euros, que evitan un descenso administrativo.
Desde su llegada en el año 2003, el presidente ha invertido en el club unos seis millones de euros. Al empresario, natural de Los Desemparados, no le gusta hablar de dinero. Es un personaje atípico y le molesta que se ofrezcan cifras. Esta vez las cuentas son clarísimas.
La conversión en sociedad anónima deportiva era un paso obligatorio para continuar en el fútbol profesional. El capital inicial del Cartagena. Sólo Gómez compró un 10% de las acciones en la primera fase. Un desembolso de 770.000 euros, que le dio la exclusividad en la segunda fase. Sorprendemente no compró el resto de las acciones y dejó abierta la puja.
La oferta no era libre. Cada persona o grupo interesado en adquirir acciones debía comprar un 10%. Nadie ha comprado. Las cartas enviadas a las diferentes entidades han sido respondidas con un «gracias, pero la crisis hace imposible la inversión». El empresario se muestra comprensivo y asegura que «entiendo que la crisis que vive el país también se traslada a Cartagena y nunca criticaré ni a la sociedad ni a la clase política de la ciudad».
Paco Gómez depende mucho de su estado de ánimo. El martes en conversación con este periódico aseguraba que «lo menos importante es cuándo se pague el dinero, os aseguro que el equipo jugará en Segunda A» y lo ha cumplido formalizando el proceso.
Ayer, reconocía que el dinero está depositado y todo está listo. Gómez es un hombre creyente y ayer dijo que «se ha puesto el dinero gracias a Dios, porque el momento es complicado». El empresario reconoce que «lo he tenido que hacer sólo, pero estoy dispuesto a seguir tirando del carro. Es más, vamos a hacer el equipo más competitivo de la historia del club».
Una reivindicación
Lo que sí se pregunta Gómez «es dónde está la gente que decía que quería el club para cambiarlo de ciudad» y añade que «podían haberse quedado parte», aunque lo que también queda claro es que él se habría quedado al menos un 51% de las acciones para mantener el poder de decisión. Aunque de buen humor, Gómez insiste en que pronto dará nombres y apellidos de los que han intentado boicotear el proceso más importante de la entidad.
Su gran deseo sigue siendo ser el presidente del Cartagena en Primera División. Seguramente se lo recordó ayer a Juan Ignacio. Presidente y entrenador estuvieron charlando tras la comida del equipo. También conversó el presidente con los tres capitanes del equipo.
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